Durante más de diez años, Steve Ballmer ha estado guiando la todo poderosa Microsoft. A finales de agosto anunció su marcha el año que viene. Nos interesa estudiar su caso por la particular gestión que ha hecho de la empresa, un excelente ejemplo a estudiar en un curso de gestión de empresas.
Ballmer ha sido uno de los CEOs en tecnologías con más éxito en la última década, sin embargo su imagen pública no transmite lo mismo: lo recordamos más por sus errores que por sus aciertos.
Tuvo que afrontar 4 problemas, dos de ellos heredados de la gestión de Bill Gates:
Unas multas multimillonarias por violar la ley anti monopolio
Una organización más centrada en luchas internas que en la competitividad
El ascenso del cloud computing
La aparición de los dispositivos móviles.
Consiguió sacar a la empresa del litigio y llegó a dominar el cloud computing a través de Azure y SkyDrive. Sin embargo tardó demasiado en poner orden en la organización y su reacción a los dispositivos móviles ha sido demasiado tardía.
Sin embargo, la imagen de Microsoft nunca se recuperó, tras la compra de Yahoo o los problemas con Vista, Apple siempre ganó la partida. Aun así, la empresa y su propietario, Bill Gates, son sinónimo de riqueza.
Y lo que le pasó a Ballmer, la pérdida del control de su imagen, le está pasando a Tim Cook en Apple. A diferencia de ellos, Steve Jobs sabía que la imagen lo es todo y que la percepción es la realidad de tus clientes.